lunes, 3 de octubre de 2011

QUE HACER EN MOMENTOS DE NECESIDAD


2 REYES 4:1-7
INTRODUCCION
En los momentos de necesidad se va a ver que tipo de creyentes somos, es fácil decir que somos de fe, pero en las pruebas sale a relucir lo que realmente somos.
En esta historia vamos a ver a una mujer que perdió a su marido, pero para colmo de males le había dejado endeudada.
I.-IR A LA PERSONA INDICADA (V.1)
·         Acá vemos una persona de fe: ¿Hacemos así nosotros? O, cuando tenemos una dificultad muy grande nos desahogamos con los vecinos o nos quejamos con nuestros compañeros de trabajo, dando la pobre impresión de que, a pesar de ser hijos de Dios, no tenemos a quien recurrir en busca de ayuda y nos limitamos a desparramar nuestro problema y a lamentarnos como lo hacen los demás? 
·         ¿No seria mas sabio refrenar nuestra lengua delante de los inconversos y tratar el problema con nuestros pastores o con algún consejero o hermano de la iglesia que pueda ayudarnos con su sabiduría? (Proverbios 20:18)
II.-CON QUE CONTAMOS (V.2)
·         Dios siempre está dispuesto a usar nuestros dones y capacidades para bendecirnos en un momento de necesidad.
·         Cuando el Señor Jesús dio de comer a mas de cinco mil personas, el alimento salió de los escasos cinco panes y dos peces que un muchachito puso en su manos.
·         Muchas veces buscamos soluciones mágicas cuando a nuestro alcance están los medios para comenzar a paliar nuestro problema.
·         Dios puede hacer lo que para nosotros es imposible utilizando lo poco posible que está al alcance de nuestra mano. Para la pobre viuda el aceite era, tal vez, tan sólo una pequeña tinaja en medio de su pobreza y desolación, pero Dios la transformó en una fuente inagotable de bendición. (Juan 6ss)
III.-BUEN TESTIMONIO (V.3)
·         Acá vemos a una mujer de buen testimonio con sus vecinos. Si ella no se hubiera llevado bien con ellos, si hubiera sido peleadora, mala vecina, chismosa o insolente no se hubiera atrevido a hacer tal pedido. Sin embargo, ella y sus hijos van casa por casa y recogen vasijas en gran cantidad
·         También vemos a una mujer obediente: no discute con el profeta,(¿para qué traer vasijas si no hay aceite para llenarlas?)y obedece su palabra sin chistar.
·         Cuando el mismo Eliseo trató con Naamán para sanar su lepra y le ordenó bañarse por siete veces en el Jordán, éste, con orgullo, se resistió a la orden, creyendo que el profeta iría a hacer un gran milagro delante de sus ojos y por poco pierde su oportunidad de curarse.
·         La viuda, en cambio, accedió a un pedido que añadía una humillación más a las que ya estaba pasando.
IV.-UNIDAD FAMILIAR (V.4,5)
·         Hay toda una unión familiar que se hace evidente en el momento de crisis que vivieron la viuda y sus hijos. Los jóvenes, obedientemente, hacen todo lo que su madre les pide , sin cuestionarle nada.
·         Muchas veces estas mismas crisis dividen a las familias, ya que sus integrantes comienzan a culparse el uno al otro de la situación que les toca vivir, y no saben o no quieren, por egoísmo, enfrentar el grado de responsabilidad que le corresponde a cada uno. Acá, la familia unida, en completa intimidad, va realizando en conjunto y en perfecta armonía el trabajo que el profeta les ha encargado, contribuyendo así, con su fe, a que se produzca el milagro. 
V.-LOS LIMITES LO PONEMOS NOSOTROS (V.6)
·         Siempre los límites a la bendición de Dios los ponemos nosotros, no ÉL. A más vasijas, mas aceite se derramaba. A más fe, más entrega, más compromiso, más rendición de nuestra vida y de nuestro yo, más unción del Espíritu Santo vendrá sobre nosotros.
·         Si somos un canal por donde pueda fluir el aceite de Su Santo Espíritu, seremos como una vasija abierta que derramará la abundancia de su bendición sobre otras personas.
VI.-SER AGRADECIDOS (V.7)
·         ¡Qué bueno es volver a los pies del Señor para agradecerle cuando recibimos bendición de Su mano! 
·         ¡Qué bueno es volver para agradecerle al hermano que con bondad nos escuchó y aconsejó o nos prestó ayuda económica!
·         ¿Y los nueve donde están,? preguntó el Señor como un reproche por el desagradecimiento de los leprosos que EL había librado de su enfermedad.
·         Si algo debemos aprender en nuestra vida cristiana, es a ser agradecidos. Es fácil pedir en el momento de urgencia y olvidarlo luego. Es triste aprovecharnos de las bendiciones para luego darle la espalda al Señor al menor inconveniente.
CONCLUSION
Dios siempre va a querer bendecirnos porque así lo revela su palabra, pero todo depende de nosotros, no de Dios.

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